Allá en el centro de su andar encontré la alegría que había perdido. Nathalie era la chica más bonita que jamás había podido conocer. No era bailarina ni le gustaba bailar, sin embargo al caminar parecía que lo hacía, con suma delicadeza... Columpiándose en el aire. Le gustaba pintar, y pintaba bien. Una vez, en la clase de dibujo, se salió del lienzo y llenó la pared con su encanto, y el profesor no se atrevió a decir ni pío, engatusado por el arte plasmada en aquel enorme cuadro de cemento. Unas semanas después de conocerla, la seguí después de clase. Ella, danzando dulcemente y con dos libros en la mano, entró en su casa y salió de ella con una guitarra casi inmediatamente, se despidió de su madre tocando unos acordes que iban acompañados de su melodiosa voz... Nathalie era la chica más bonita que jamás había conocido, y hace tiempo, me dijo que yo era el chico más gracioso que ella jamás había conocido.
Fotografía de una calle avilesina. |
Antes de que me dijese esto, tuve que llenarme de coraje, y pararla un día mientras salía de lo que yo creía su cafetería favorita.
-¿Quieres un café?- propuse.
-¿No te gusta el chocolate caliente?- preguntó como riéndose de mi torpeza y brusquedad. La verdad es que odio el chocolate caliente...
-Eh... Sí, sí, claro.
-Mintiéndome empiezas mal.- estalló en sendas carcajadas y me quedé colgado de su pelo, ella reía y reía... Y yo, la miraba.- A mi tampoco me gusta, tranquilo.
Esa tarde Nathalie se negó a tomar un café conmigo. Y la siguiente tarde también. Hasta que un día, sin querer, nos besamos. Y fue el beso más desastroso de toda mi vida, fue tan horrible que no sabía qué cara poner después de haberla besado. Y ella tampoco, es más, estaba tan seria que me daba miedo. Y dijo:
-Ha sido el beso más horrible de toda mi vida.
-Estoy de acuerdo.
-Muy decadente.
Mastiqué sus últimas palabras y las rimé: decadente, indecente, transparente, patente, saliente, caliente... Muy, muy, caliente.
Creo que aquel fue el primer beso desastroso de muchos, porque no recuero haber dejado de besarla desde entonces. Nathalie es la chica más bonita que jamás he conocido. Bueno, tal vez eso no sea del todo cierto, pero con Nathalie... Incluso el chocolate caliente me sabe a gloria.